Hola Leonardo,

En primer lugar quiero agradecerte de corazón que hayas aceptado realizar esta entrevista. Para mí es un honor contar contigo en este blog. Estoy convencido de que tienes cosas muy interesantes que contar sobre el cuidado de la infancia, a través de tu propia historia. Además, tú has vivido las dos experiencias, “cole normal” u oficial y pesta.

Por otra parte, tu padre y tu madre son referentes mundiales en educación, organización de estructuras nuevas de convivencia… Sin duda, para nosotros ambos fueron de gran ayuda en los momentos en los que estuvieron más activos pero también hoy, a través de sus escritos, siguen ayudándonos mucho. Así, cada vez que releemos alguno de los libros escritos por tu madre descubrimos un libro nuevo, diferente.  Nos resulta maravilloso que sus escritos siempre nos cuenten algo nuevo. Es una pasada lo muchísimo que nos ha ayudado. De hecho, ya en mas de una ocasión pudimos trasladarle nuestro agradecimiento.

Si te parece, cuéntanos quién eres y de dónde vienes;

Nací en 1966. Mi vida me ha llevado por múltiples derroteros. Habiendo residido en 5 países y viajado por 40 en las Américas, el Caribe, Europa, Oceanía y Asia; trabajé en muy diversos oficios, entre ellos a bordo de barcos veleros durante algo más de dos años (fui capitán de yate en Nueva Zelanda, e instructor de buque escuela para un cruce del Atlántico). He escrito más de 200 artículos para varias revistas del Ecuador y España, presentado alrededor de 180 conferencias en varios países (Ecuador, Alemania, Suiza, Austria, España, Indonesia, Japón, Estados Unidos), entre ellas sobre «Ciencia y Literatura», «Subtexto», «Investigación y Literatura», en el afamado encuentro del ITW (sociedad internacional de escritores de thrillers, de la cual soy miembro activo), que se da a cabo en Nueva York anualmente—el ThrillerFest—.  Entre mis publicaciones contamos con obras publicadas en editoriales como: C. BERTELSMANN y OMNIBUS (RANDOM HOUSE), FISCHER TASCHENBUCHVERLAG, CARLSEN, BELTZ & GELDBERG, en Ecuador por EDITORIAL PLANETA, ALFAGUARA, LIBRESA, EDINUN, MAYORBOOKS, SINAB, SUSPENSE PUBLISHING. Entre sus novelas tenemos El caso de los muertos de risa, Cotopaxi alerta roja, Yo Artificial, The Galapagos Agenda, entre otros.

Has escrito unos cuantos libros, sé también que has dirigido algún documental, además de unas cuantas cosas más… Pero, ¿ahora mismo a qué te estas dedicando?

De momento estoy dedicado a varios proyectos literarios. Estoy trabajando en una series de «thrillers de cambio de paradigma»—Paradigm Shift Thrillers—en inglés, escribiendo el tercer libro de la serie de 9 planeados (el primero fue The Galapagos Agenda). Asimismo decidí comenzar otra serie sobre un reportero investigativo de temas controversiales, que espero tener acabado para octubre del 2017 para cuando viaje al Bouchercon 2017 que se llevará a cabo este año en Toronto, Canadá—el encuentro mundial de escritores de misterio (World Mystery Convention). Además estoy trabajando en una serie de ensayos sobre el agua y la hidratación, a pedido de Iridium Blue Water de Estados Unidos (cuya segunda planta en el mundo, Iridium Blue Ecuador, diseñé y manejo a través de mi empresa Logichem Solutions S.A.).

Echamos ahora la vista atrás para hablar de tus años en el pesta, ¿cómo recuerdas aquella época?

Como te lo expliqué, fue mi hermano Rafael quién fue al Pestalozzi, no yo. Yo salí del colegio tradicional la primera vez a los 12 años de edad, y durante un año y medio estuve más que nada en casa, leyendo y haciendo otras actividades, incluso ayudando algo en el Pestalozzi. Luego volví al colegio y pasé dos años, entre los 14 y los 15, para luego salir otra vez al mundo. A los 16 viajé a Suiza y Europa, luego volví a Ecuador a los 17, y me hice a la mar en un yate velero a los 18 con rumbo a Tahití. Es una historia larga que se podrá percibir un poco entrando a mi página web www.leonardowild.com, la cual está en inglés y tiene un resumen de mi curriculum vitae.

¿Cómo definirías  los siguientes conceptos?

Los «conceptos» que dices no son conceptos sino realidades que tratamos de describir con palabras. Es cuando limitamos su realidad a meros conceptos que perdemos contacto con sus realidades más profundas. Intentaré dar una breve definición de cada uno, pero me parece que no se acercará a la realidad:

Familia: Grupo social restringido a quienes conforman ya sea una relación definida por un vínculo sanguíneo/genético directo, o porque por medios legales se lo ha considerado de «unión familiar» (matrimonio, adopción, familia política ampliada). Esto, por supuesto, deja de lado los aspectos del emocionar y de la ternura, pero como concepto el resto son detalles.

Amor: Depende cómo lo vea uno, el amor es aquella emoción que nos genera un vínculo estrecho con otros seres humanos, y el mundo extendido. Amor es el reconocernos a nosotros en los demás y viceversa, dándonos cuenta y tomando conciencia de que, al menos durante el tiempo que amamos, somos y son indispensables.

Juego: Actividad física y mental que nos permite desarrollarnos de manera creativa, ya sea como individuos o como parte de la existencia de otros. El juego es lo que permite a organismos crecer y desarrollarse, madurar.

Cultura: Este es un tema bastante amplio. Dependo de si vemos la «cultura» como lo ve Humberto Maturana (en su libro Amor y Juego: Los elementos olvidados de lo humano) o si nos restringimos a las «actividades culturales» como el arte, las letras, la música, la danza, etc.  En un artículo que escribí y que se publicó en 1994 en la Revista Cultural del Diario La Hora de Quito, titulado «Las bases biológicas de la cultura», presenté lo siguiente: «Cultura se define como el conjunto de manifestaciones de la vida espiritual de un pueblo o de una época, en que están comprendidos la religión, el arte, la literatura, etc..  Esta es una de las descripciones más concisas de lo que actualmente consideramos ser la cultura. Sin embargo, ciertos descubrimientos en la psicobiología están demostrando que es a través del vivir diario que el ser humano crea su cultura.  Este vivir diario, pasado de generación en generación, es lo que llega a ser tomado y definido como cultura.  Por lo tanto, en el fondo, lo que define la cultura (cualquier cultura), son nuestros orígenes biológicos.» Para saber más sobre esto, recomiendo leer el libro de Maturana arriba mencionado.

Si tuvieras la posibilidad de poner de relieve a 7 autores vinculados al mundo educativo o científico, ¿quiénes serían?

Podríamos comenzar con mi madre, Rebeca Wild, por obvias razones. Luego no podemos dejar de lado a Jean Piaget y a María Montessori. Mencioné a Humberto Maturana, y deberíamos también haber leído a muchos otros como John Holt, Bruce Lipton, Jerry Mander, y Thomas Kuhn. Reducirlo a 7 autores es dejar de lado una gama increíble de conocimientos y descubrimientos, de conclusiones a veces contradictorias, pero que en conjunto nos presentan con un tapiz multidimensional de la comprensión de quiénes somos. ¿Por qué 7? ¿Por qué no 100? ¿Acaso nos falta el tiempo para profundizar en estos temas? Deberíamos también leer a los que podrían decirse son «opuestos» o del «polo opuesto» a la educación alternativa, y revisar los descubrimientos neurológicos como los presenta, como ejemplo, Antonio Damasio, por nombrar solo uno.

En tu opinión, ¿qué imagen tiene de la infancia la cultura adulta en general?

No lo sé. ¿Imagen? Más bien la experiencia me parece ha sido una de irrespeto a sus necesidades, de dolor oculto o abierto por la manera como adultos tratan a niños, como la sociedad los encierra tras paredes y en cuartos libres de alimento para el cuerpo y el alma humana. ¿Qué dirían semillas y luego plántulas si pudieran hablar de pasar su «temprana edad» (infancia) en terrenos con poco agua y prácticamente libre de los nutrientes que sus organismos requieren para crecer y desarrollarse? Es lo que está ocurriendo y ha venido ocurriendo en nuestra sociedad.

¿Qué es para ti la infancia?

La infancia es una etapa de desarrollo fisiológico, biológico y neurológico de seres humanos que aún no se han desarrollado hasta llegar a la edad adulta. Es una época de crecimiento de los seres humanos donde se están desarrollando—o debería desarrollarse—todos los potenciales que nos permiten llegar a ser seres humanos.

Y ¿cómo crees que podría mejorarse su calidad de vida?

Respetando sus procesos de vida otorgándoles ambientes relajados y libres de peligros activos con todos los elementos necesarios para cumplir con las necesidades de sus etapas de desarrollo neurobiológico. Lo que ocurre hoy en día en la gran mayoría de los casos es la creación en masa de bonsáis humanos.

Entre todas las necesidades infantiles que has ido descubriendo en tu convivencia con peques, ¿cuáles se repiten con más asiduidad o cuáles destacarías?

Esto depende la etapa de desarrollo en la cual se encuentran, y que se basan en las necesidades sensoriales, motrices, y afectivas. La manera de cómo se dan cambia y se refina con la edad. Pero por sobre todo, si no ocurre en un ambiente relajado y libre de peligros activos, los niños y los seres humanos en general (nunca dejamos de desarrollarnos como seres humanos) entramos en una relación con nuestro entorno y sociedad basado en la sobrevivencia y a la defensiva … lo cual hace difícil el crecer y el madurar.

¿Cómo fue tu infancia y cómo crees que ha influido en tu vida adulta?

Es un tema sumamente largo. Lo cierto es que luego de que mis padres descubrieron que había otras maneras de tratar a los niños (en este caso, a mí), fueron cambiando en su relación conmigo. Luego de que fundaron el Pestalozzi y que me permitieron no ir a la escuela, mi vida dio un giro que no fue fácil, debido principalmente a la presión social de que si no te educas (te formas en una institución educativa formal) no llegarás a ser nadie en tu vida, ni a poder defenderte y sobrevivir (económicamente). El tener que decidir por mí mismo qué hacer y cómo hacerlo me ha marcado profundamente. Soy curioso, investigador, fui un viajero y desde los 12, escritor. Como escritor es difícil sobrevivir económicamente, así que he tenido que aprender múltiples oficios, que a la postre han alimentado y enriquecido mi creación literaria. He escrito libros, ensayos, artículos, novelas, guiones de películas, y también he diseñado y construido casas de madera, navegado barcos a vela, sido chófer de entregas a domicilio, guía de turista, agente de viajes, ayudante de carpintería y aserradero, cady en un club de golf, mesero, fotógrafo para expediciones geológicas en búsqueda de oro, director de películas, y padre de familia. Eres lo que haces y no soy una sola cosa. Los seres humanos tenemos el potencial de ser y hacer muchas cosas, no como nos lo han hecho creer, un profesional especializado que llega a ser la cúspide de la «maduración humana».

Te pido ahora un pequeño o gran esfuerzo porque, entre tanta oferta, sé que es difícil escoger… ¿qué película, libro y comida son tus favoritos?

Esto depende del momento. Si puedo citarme a mí mismo, sacando algo de una obra aún inédita: «Las preguntas nos mueven, las respuestas nos detienen, así que las preguntas sean eternas, y las respuestas transitorias». No es un pequeño ni un gran esfuerzo responder a este tipo de preguntas. No hay respuesta que valga, y si la doy, sería eternamente transitoria.

Un lugar para ir de vacaciones?

Allí donde uno pueda relajarse.

Un lugar para vivir?

Allí donde uno se sienta en casa.

Bueno, pues estamos ya terminando. Si me he dejado alguna cuestión, algo que sientas que quieres apuntar o aclarar, estaría encantado que complementaras o ampliaras la entrevista.

Muchísimas gracias, de corazón, Leonardo por aceptar esta entrevista. Un fuerte abrazo.